¿Cómo afectan los cambios de estación a las personas con
Alzheimer?
El paso de una estación a otra conlleva cambios
climatológicos y de horas de luz que tienen repercusión en personas que padecen
Alzheimer u otras demencias.
Seguro que alguna vez hemos pensado y hemos tenido la
percepción de que vemos a nuestro familiar que padece Alzheimer empeorar o
recuperar algunas facultades según la época del año en la que estemos.
Hay numerosos estudios que avalan este suceso y es que para
entender por qué y cómo
afectan los cambios de estación hay que detenerse en una
premisa previa. El paso de una estación a otra no es una decisión arbitraria.
Conlleva cambios climatológicos o en la cantidad de horas de luz natural que
tienen repercusión en nuestro organismo. En el de todos y en personas que
padecen esta enfermedad no son una excepción.
El final del verano y el inicio del otoño es la época del
año en la que podemos percibir una mejoría en las personas enfermas de
Alzheimer. Se muestran más estables, baja su nivel de ansiedad y están más
receptivos a comunicarse. Es habitual que estén más positivos, con mayor
ilusión por hacer las cosas, incluso que tengan iniciativas.
Lo más asombroso sobre cómo afectan los cambios de estación
es que no se limitan a aspectos emocionales. ¡También mejora su rendimiento
cognitivo! Parece que estas fluctuaciones en sus capacidades tienen que ver con
niveles de presencia de ciertas proteínas y genes, que varían en función de la
época del año.
Desde Afa alcrebite os queremos dar unos consejos para que
las personas con Alzheimer u otras demencias disfruten del invierno de una
manera saludable.
- Tener una buena temperatura en casa, lo recomendable
es entorno a unos 22 grados. También se recomienda la ventilación de la casa
pero no por mucho tiempo, para evitar que se quede fría.
- Mantener las estancias de casa o principalmente
donde pasamos la mayor parte del día, bien iluminadas. El invierno acarrea
menos horas de luz y por eso es importante compensar la falta de luz en el
exterior y que ayude a mantener el ánimo.
- Por supuesto es muy importante mantener una
buena alimentación durante todo el año, pero el frio conlleva una pérdida de calorías
y es importante seguir una dieta rica en hidratos de carbono que aportan esa energía
calórica necesaria.
- Mantenerse hidratados es un factor importante,
en inviernos solemos tener menos sed y esto puede ser peligroso. Se tiene que
beber suficientes líquidos, no solo agua. Podemos hidratarnos también con
infusiones, caldos de verduras, sopas…
- Aprovechar las mañanas y salir a dar un paseo también
es buena opción, tenemos que aprovechar los pocos rayos de sol que nos ofrece
el invierno, nos aportan para absorber la vitamina D que sintetiza el calcio
necesario para nuestros huesos.
- Estimular la mente y cuerpo, aunque en inviernos
nos mantenemos más en casa, podemos igualmente mantenernos activos tanto física
como mentalmente. Por ejemplo podemos hacer ejercicios de estimulación cognitiva
en casa y también a la hora del ejercicio físico podemos hacerlo de una manera
leve .
El invierno ofrece la maravillosa oportunidad de potenciar la vida interior, desarrollar la creatividad y recargarse de energia.
Disfrutar de un invierno saludable con alegría es posible.