Nuestros mayores son un pozo de sabiduría. Tan solo tenemos que preguntarles para que ellos saquen algo de lo que ellos llevan dentro.
En uno de nuestros talleres, la Psicóloga quiso comparar lo último que tenemos ahora en comunicación y almacenamiento, enseñándoles un pen-drive y una tarjeta de memoria. Muchos de ellos si la conocían, pero otros muchos no. Lo que ellos tienen almacenado en su memoria es un tesoro.
Pensando en esto, salió el taller de reminiscencia comparando objetos, donde ellos dieron rienda suelta a parte de lo que sabían. Salieron objetos antiguos como la "hornilla de cal" donde cocinaban. La antigua radio donde tanto cantaba Antonio Molina, el candil con lo que se alumbraban, y muchos mas objetos de los que hoy ya no conocemos. Bajo la luz de ese candil la familia reunida contando adivinanzas y cuentos. Como no había tele, tenían que buscar su distracción. Aquí os dejo algo de los que nos contaron, y si queréis saber más, tan solo tenéis que preguntarles a vuestros mayores. Os aseguro que pasareis un buen rato.
La tía Estebana tenía un gabán que en cada bolsillo le cogía un pan y si le achuchas le cogen dos y hasta un chorizo y un salchichón.
El padre cura y su hermana, el médico y su mujer tenían nueve naranjas y todos tocaron a tres.
Un horno de cepas ni están verdes ni están secas. ¿Que es? La boca.
Ayer me distes calabazas y me las comí con pan tierno. Mas vale tener calabazas que mujer sin gobierno.
Y así infinidad de cosas que ellos se saben muy bien, tan solo es preguntarles y pasar un buen rato con ellos. Todos lo pasamos muy bien.
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