Numerosos estudios los que demuestran que las
personas con Alzheimer u otra demencia tienen varios beneficios cuando se
relacionan con personas de menor edad. La convivencia o interacciones con niños
en personas con Alzheimer, es un tema que puede ser visto desde diferentes
ángulos: por un lado, la protección del menor a la hora de experimentar
situaciones, y por otro lado, los beneficios que estos pueden suponer al
ayudar a mantener activa a la persona con Alzheimer.
El tratamiento no farmacológico para la
enfermedad de Alzheimer, incluye programas y ejercicios de estimulación
cognitiva a través de diversas herramientas y prácticas, en los que niños y
niñas pueden ejercer un efecto positivo en las personas con enfermedad de
Alzheimer y otros tipos de demencia, al formar parte de este tipo de
actividades. A pesar de que las personas con Alzheimer necesiten supervisión
por parte de la familia o el cuidador o cuidadora, interactuar con niños y
niñas les pueden ayudar a mejorar su calidad de vida en varios aspectos
como, por un lado, las personas con Alzheimer pueden llegar a reducir la
agitación, y el estrés al estar en relación con niñas y niños, por otro lado,
la actividad social puede ayudar a mejorar su salud mental y reducir la
sensación de aislamiento. Otros de los beneficios de las relaciones
intergeneracionales en personas con Alzheimer u otras demencias es que fomentan
el trabajo colaborativo y mantiene su mente y cuerpo activos. Por último, las
personas de edad avanzadas continúan ejerciendo un rol importante como
transmisores de información valiosa mediante sus conocimiento y experiencia a
los más jóvenes.
Todas las generaciones se benefician de
manera mutua; por ejemplo, las personas mayores enseñan, transmiten
valores y costumbres; los jóvenes necesitan ser cuidados, buscan identidad
cultural, modelos positivos y aprender del pasado.
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