Esta actividad, que surgió durante la celebración de la
tradicional Plaza de la Salud del año pasado, tiene como objetivo seguir
tejiendo redes y mecanismos de participación para mejorar la salud en Baza. Se
favorece, además, que las asociaciones se sigan conociendo entre ellas y pongan
en común sus acciones, objetivos y necesidades.
Un tema muy importante del que se ha referido en estas dos tardes de encuentro, ha sido la importancia de ser voluntario o voluntaria, conociendo sus deberes y derechos, poniendo en valor la solidaridad y valores como la generosidad y el altruismo.
Ser voluntario consiste en adquirir un compromiso: libre y altruista. El objetivo es desarrollar actividades que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los diferentes grupos de personas a los que va dirigido el voluntariado.
Hemos tenido la suerte de poder participar en este encuentro, dar a conocer a AFA
Alcrebite y también hablar sobre un tema muy importante. “Cuidar a la persona que cuida”
Hemos hablado del síndrome del cuidador quemado, como
intentar evitarlo y dando unas recomendaciones como las que a continuación
dejamos aquí:
- Conocer
la enfermedad ayuda a controlar mejor la situación.
- Conocer
los recursos que tenemos en la localidad
- Fomenta
la autonomía de la persona dependiente.
- Aprender a pedir ayuda.
- Reconocer y expresar los sentimientos.
- Reconoce
y gestiona tus emociones
- Aprender
estrategias para manejar los síntomas de la enfermedad.
- Dedicar
tiempo al autocuidado.
En definitiva cuidarse a uno mismo, ¿Cómo podemos hacerlo?
Es un aspecto importante del abanico de responsabilidades
del cuidador y para ello necesita disponer de tiempo. En este sentido es muy
aconsejable que la persona cuidadora:
• Procure
dedicar tiempo a conversar con amigos y familiares.
• Mantenga
una alimentación saludable.
• Duerma
las horas necesarias.
• Realice
actividad física de forma regular.
• Practique
técnicas de relajación.
• Visite
al médico
• Acuda
a su asociación más cercana para pedir ayuda si lo necesita.
“Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito”.
Aristóteles.
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