Los animales son, en muchos casos, una buena
medicina para las personas enfermas de Alzheimer y otras demencias,
mejorando su estado de ánimo y su movilidad.
De esta forma, el hecho de tener un animal de
compañía ayuda a estas personas a no sentirse tan solos, a relacionarse y, por
tanto, disminuir el riesgo de que sufran un cuadro depresivo, lo cual
agravaría su problema de demencia.
El tener que pasear al animal, sirve para trabajar aspectos como la psicomotricidad, la memoria o el equilibrio. El solo hecho de que la persona mayor tenga
que recordar el nombre del animal, el horario que tiene para comer o
sacarlo de paseo, etc. ayuda a detener la pérdida de memoria que
provoca esta enfermedad degenerativa.
En resumen, el tener un animal en casa, como un
perro o un gato, ayuda a las personas con Alzheimer a mantener unas
rutinas diarias, a estar más relajados y, por tanto, a dormir un poco mejor.
Además, les obliga a realizar cierta actividad física y a relacionarse con su
entorno social. Por último, pueden sentirse más queridas, pues las mascotas
suelen ser compañeras fieles, por lo que se fomenta su autoestima.
Los animales nos dejan huella...
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