viernes, 26 de marzo de 2021

EL ESTILO DE VIDA INFLUYE EN EL RIESGO DE DESARROLLA ALZHEIMER

 Entre los factores de riesgo modificables, es decir, aquellos sobre los que podemos actuar para el desarrollo del Alzheimer, los hábitos de vida saludables ayudan a reducir el riego de que la enfermedad aparezca. Por eso es muy importante adoptar estilos de vida saludable. No se trata de cumplir uno y olvidarse del resto sino de hacer de ellos una forma de vida y favorecer un envejecimiento saludable.

Por eso es muy importante adoptar estilos de vida saludable:

- Control de la salud cardiovascular: lo que es bueno para el corazón en bueno para la mente.



- Nutrición: el seguimiento de la dieta mediterránea para prevenir y controlar los factores de riesgo cardiovascular. Esta dieta saludable también aporta nutrientes que tiene un impacto directo en la salud neuronal ya que previene el deterioro cognitivo.



- Evitar hábitos tóxicos, como el consumo de alcohol, de tabaco o de drogras.

- Ejercicio físico: realizar actividad, además de mejorar el aspecto físico, también tiene un impacto directo sobre la salud cardiovascular y cerebral. Se recomienda al menos media hora de actividad física al día o por lo menos alcanzar 10.000 pasos.




- Alimentar la mente y promover una mayor conexión de la redes neuronales, cada nuevo aprendizaje promueve la aparición de nuevas conexiones entre las neuronas.

- Estar socialmente activos. La pandemia por coronavirus nos ha obligado al distanciamiento social, pero las nuevas tecnologías nos permiten contactar con nuestra familia y amigos/as.

- Procurar tener hábitos de descanso correctos y de sueño reparador. En la enfermedad de Alzheimer se produce una acumulación de proteínas que generan toxicidad en el cerebro. Durante el sueño profundo el cerebro se deshace de forma natural de estas sustancias acumuladas a lo largo del día.




viernes, 19 de marzo de 2021

TRASTORNOS ALIMENTICIOS EN LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER

 

Uno de los aspectos notables en la enfermedad de Alzheimer es la repercusión que tienen los problemas nutricionales o alimenticios en la persona enferma y en la persona cuidadora o familia.

Expertos y expertas advierten de que esta enfermedad suele llevar asociada una pérdida de peso sustancial debido a que los trastornos de conducta que sufren dificultan la ingesta. Asimismo, los fármacos que se emplean para retrasar la patología suelen producir anorexia.

Además, son numerosos los estudios epidemiológicos que demuestran que el consumo de ácidos grasos poliinsaturados presentes en el aceite de oliva, el pescado azul o los frutos secos tienen un efecto preventivo e influyen en el retraso evolutivo de la enfermedad.




En las personas enfermas se suelen dar toda una serie de conductas relacionadas con el acto de comer que generan una gran carga de ansiedad a su persona cuidadora. Por ello, la clave para hacerlo de forma correcta está en enseñar al cuidador una serie de pautas esenciales relacionadas con la alimentación, como son:

  • No utilizar dobles texturas como arroz con leche o yogur con frutas.
  • Evitar alimentos pegajosos del tipo pan de molde o croquetas para evitar problemas con la salivación.
  • Emplear la postura correcta. Con el paciente sentado, el Cuidador debe ponerse a la altura de las rodillas para hacer que el enfermo agache la cabeza y tape de forma natural la vía aérea, para evitar que se atragante.
  • Usar cucharas pequeñas y nunca pajitas para beber. Desde la Fundación Alzheimer España recomiendan utilizar un juego de cubiertos y platos especial que cubra las necesidades de la persona y si ésta presenta dificultades para el uso de cubiertos, hay que ser comprensivo y permitir que emplee las manos para comer.
  • Controlar que el enfermo se lave la boca antes de comer para saborear bien los alimentos, ya que por la medicación puede tener la sensación de boca pastosa.
  • Trabajar las texturas y los sabores para mantener el gusto en aquellos que hayan perdido las ganas de comer.

Considerando la alimentación y el factor nutricional como un factor de riesgo en las personas con Alzhéimer, es necesario desarrollar un plan de acción teniendo en cuenta las siguientes pautas:

  • Dedicar tiempo a la planificación de un menú semanal y a la preparación de las comidas.
  • Comer siempre con moderación, previniendo los excesos.
  • Tener en cuenta las modificaciones en la medicación. Algunos fármacos pueden producir amargor junto a las comidas, además de otros efectos secundarios.
  • Evitar la deshidratación y estar atentos a los cambios de peso.
  • Los suplementos nutricionales deben ser indicados bajo prescripción médica.
  • Prestar atención cuando la persona use prótesis dental y vigilar el estado de las encías.


viernes, 5 de marzo de 2021

LA CONTAMINACIÓN DEL AIRE PODRÍA DAÑAR EL CEREBRO

                 



          

                                ¿Es la contaminación ambiental peligrosa para nuestro cerebro?

La relación que existe entre contaminación ambiental y el desarrollo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares es bien conocida desde hace tiempo. Sin embargo, en los últimos años están apareciendo numerosas investigaciones que afirman que la contaminación del aire podría tener un importante vínculo con la enfermedad de Alzheimer 

En esta línea, un estudio reciente desarrollado por investigadores del BarcelonaBeta Brain Research Center (BBRC) ha demostrado que la contaminación ambiental tiene un efecto negativo en el cerebro. En concreto, las personas más expuestas a elementos contaminantes como el dióxido de nitrógeno (NO2) presentan una mayor atrofia cerebral y un menor grosor cortical en áreas específicas del cerebro, que casualmente, también se observan en personas que padecen la Enfermedad de Alzheimer. 

Por lo tanto, podemos afirmar que la contaminación del aire tiene un impacto nocivo en el cerebro y está relacionada con la incidencia de demencias, siendo un factor de riesgo más del Alzheimer. 

La prevención es fundamental para luchar contra la Enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Para ello, ya conocemos que debemos: 

-Llevar una dieta mediterránea sana y equilibrada
-Realizar ejercicio físico
-Mantener relaciones sociales saludables
-Mantener el cerebro activo

Incluir la Contaminación como un factor de riesgo más del Alzheimer nos permite añadir las siguientes pautas

-Utilizar más transporte público 
-Realizar ejercicio físico. Sin embargo, en la medida de lo posible, lo haremos en lugares con menos contaminación
-Pasar más tiempo en lugares con menos contaminación, como zonas verdes o rurales. 

Desde AFA ALCREBITE, os animamos a mantener el cerebro activo acudiendo a nuestros talleres de Estimulación cognitiva, fundamental para luchar contra esta enfermedad.