viernes, 29 de enero de 2021

Cuidar con dignidad

 


Todos tenemos miedo a envejecer, ya que asociamos esa etapa con palabras tales como soledad, dolor, vulnerabilidad, dependencia, etc.

Pero más pánico nos da pensar en envejecer sin el control de nuestras facultades mentales. Hablar de condiciones tales como la demencia senil o el Alzheimer toca nuestras fibras más íntimas, aquellas que nos definen como un ser humano digno.

La dignidad se define como el respeto y estima que toda persona merece como ser humano. Es un derecho inviolable, fundamental y ligado a la libertad que tenemos desde que nacemos.

En muchos casos, la personalidad del paciente se altera de tal forma que una amable mujer comienza a usar palabras muy duras o un hombre que se desvivía por sus hijos deja de reconocerlos. Estas cosas son desgarradoras para la familia.

Para cuidar un adulto mayor respetando su dignidad se suelen utilizar estos sistemas:

1- Evita la condescendencia

Bajo ningún concepto trate a la persona con demencia o Alzheimer como un niño. Trata de no usar un tono paternal o superior cuando hablas con el adulto mayor. Lo ideal es seguir comunicándose como lo hacías antes de su demencia.

2- Ayúdalo en las confusiones

Por ejemplo, cuando llega una persona podrías decir algo así como “Mamá, aquí llega María, la señora de Pedro que conocimos en la feria». Como en todas estas pautas, la idea es evitar la humillación de ser consciente de su olvido.

3- No temas usar pequeñas mentiras

A pesar de que nuestros mayores toda la vida nos enseñaron que no debemos mentir, a veces a los pacientes con demencia o Alzheimer es necesario decirles pequeñas mentiras para no herir sus sentimientos. En especial cuando decir la verdad puede hacer que pierda las esperanzas de estar mejor o que perciba su situación como patética o indigna.

4- Trátalo de la forma más normal posible

Aunque su familiar puede necesitar alguna organización previa (por ejemplo, que el lugar no sea demasiado ruidoso) es perfectamente posible que pueda asistir a reuniones con amigos o familiares. Es la mejor manera de que su dignidad no se vea socavada por el rechazo de sus seres queridos.

5- Cuidado con la depresión

La pérdida de amor propio afecta la salud tanto o más que la demencia, incide en las relaciones personales y puede llevar a depresiones muy profundas o intentos de suicidio.

Por eso es necesario que los cuidadores tengan siempre presente que la dignidad de la persona debe protegerse, de modo que el adulto mayor pueda sobrellevar la difícil carga de la demencia con el menor sufrimiento posible. Al fin y al cabo, lo que todos queremos es que sus días sean felices.


viernes, 22 de enero de 2021

REHABILITACIÓN Y ESTIMULACIÓN COGNITIVA MEDIANTE NUEVAS TECNOLOGÍAS

 



La demencia se caracteriza por una pérdida progresiva de las funciones cognitivas que produce una incapacidad para la realización de las actividades de la vida diaria, influyendo en la calidad de vida tanto de las personas con demencia (PCD) como de sus familias. El tratamiento farmacológico ha conseguido resultados positivos a nivel cognitivo y funcional pero no ha conseguido en ningún caso frenar la progresión de la enfermedad. La ausencia de un tratamiento eficaz ha despertado el interés en las terapias no farmacológicas (TNF) como un tratamiento complementario para conservar la independencia funcional, mejorar la cognición y la calidad de vida de las personas con demencia.




 Las nuevas tecnologías se están sumando al tratamiento de aquellas personas que sufren algún tipo de demencia. Y AFA Alcrebite nos unimos a este tratamiento a través de las nuevas tecnologías, más concretamente mediante el Programa de Rehabilitación Neurológica Neuron Up, el cual permite realizar una intervención intensiva y personalizada. Cada actividad está nivelada siguiendo parámetros técnicos que permiten al terapeuta adaptar la rehabilitación a la capacidad cognitiva de cada persona usuaria.






viernes, 15 de enero de 2021

MINDFULNESS EN PERSONAS CUIDADORAS


 

Con el mindfulness, o atención plena o consciente, tratamos de ser capaces de ser conscientes de manera directa y de corazón, de lo que hacemos mientras lo estamos haciendo. Podremos sintonizar con lo que sucede en nuestra mente y en nuestro cuerpo y con el mundo exterior, en cada momento. Por lo tanto, consiste en prestar atención de una manera determinada: a propósito, en el momento presente, sin emitir juicios sobre las cosas, sin rechazar y viendo las cosas tal y como son.

Podemos prestar atención plena a todos y cada uno de los aspectos de nuestra experiencia: sensaciones corporales, sentimientos, pensamientos, lo que vemos, olemos, escuchamos, tocamos y saboreamos.

En la práctica de mindfulness vamos a focalizar la atención en un solo objetivo ya sea interno o externo, tomando consciencia de cualquier otra estimulación del ambiente y centrándose en una actividad mental o sensorial específica, por ejemplo, la repetición de un sonido, la visualización de una imagen, o la sensación de la respiración. Así, se consigue mediante la observación ecuánime, que nuestros pensamientos no distorsionen nuestras emociones, evitando que se perpetúen niveles de ansiedad y depresión perjudiciales.




La finalidad de la practica de mindfulness, es abandonar la actividad de esta mente errante, para concentrar nuestra atención en lo que está sucediendo en el presente, bien en nuestro cuerpo, bien en el mundo exterior. Dejamos de rumiar sobre el pasado y de preocuparnos acerca del futuro. Eso es bueno porque, en lugar de activar continuamente los circuitos de la supervivencia que refuerzan el malestar y estrés, ponemos también en marcha los circuitos de la felicidad.
Si quieres formar parte de este proyecto, ponte en contacto con esta Asociación mediante el número de teléfono 695593019 o al correo electrónico info@alzheimeralcrebite.es.

viernes, 8 de enero de 2021

MÚSICA Y ALZHEIMER


Si bien el poder de la música se conoce desde hace miles de años, la idea de una terapia musical formal o musicoterapia no surge hasta finales de los años cuarenta, sobre todo en respuesta a la gran cantidad de soldados que regresaban de los campos de batalla de la Segunda Guerra mundial con graves lesiones mentales. En muchos de estos soldados se observaron mejorías importantes con ayuda de la música.

Desde la década de los ochenta se conoce que la música tiene efectos beneficiosos para personas enfermas de Alzheimer. Sin embargo, ha sido en los últimos años cuando ha aumentado considerablemente el interés por la utilización de la musicoterapia en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.

El objetivo de la terapia musical en las personas con Alzheimer es el de estimular las emociones, las capacidades cognitivas, los pensamientos y los recuerdos, a fin de llevarlos a un primer plano.


De acuerdo con las investigaciones, la musicoterapia es posible, incluso en fases muy avanzadas de la enfermedad de Alzheimer, ya que la percepción musical, la sensibilidad, la emoción y la memoria musical pueden sobrevivir (o permanecer intactas) mucho tiempo después de que otras formas de memoria (funciones cognitivas) hayan desaparecido (o se encuentren alteradas).

Es importante seleccionar música que sea conocida y del gusto de las personas usuarias. Cada persona tiene canciones asociadas a momentos y emociones muy importantes de su vida. Por ello, si la música es adecuada servirá para orientar y anclar a un paciente cuando casi nada más lo consigue. En nuestros talleres les solemos preguntar qué canción les gusta más. Es admirable observar cómo les cambia la cara cuando escuchan su canción. En ese momento se transportan al pasado y a las experiencias vividas con esa música. Esta es capaz de movernos a profundidades insospechadas de la emoción.