Todos tenemos miedo a envejecer, ya que asociamos esa etapa con palabras tales como soledad, dolor, vulnerabilidad, dependencia, etc.
Pero más pánico nos da pensar en envejecer sin el control de nuestras facultades mentales. Hablar de condiciones tales como la demencia senil o el Alzheimer toca nuestras fibras más íntimas, aquellas que nos definen como un ser humano digno.
La dignidad se define como el respeto y estima que toda persona merece como ser humano. Es un derecho inviolable, fundamental y ligado a la libertad que tenemos desde que nacemos.
En muchos casos, la personalidad del paciente se altera de tal forma que una amable mujer comienza a usar palabras muy duras o un hombre que se desvivía por sus hijos deja de reconocerlos. Estas cosas son desgarradoras para la familia.
Para cuidar un adulto mayor respetando su dignidad se suelen utilizar estos sistemas:
1- Evita la condescendencia
Bajo ningún concepto trate a la persona con demencia o Alzheimer como un niño. Trata de no usar un tono paternal o superior cuando hablas con el adulto mayor. Lo ideal es seguir comunicándose como lo hacías antes de su demencia.
2- Ayúdalo en las confusiones
Por ejemplo, cuando llega una persona podrías decir algo así como “Mamá, aquí llega María, la señora de Pedro que conocimos en la feria». Como en todas estas pautas, la idea es evitar la humillación de ser consciente de su olvido.
3- No temas usar pequeñas mentiras
A pesar de que nuestros mayores toda la vida nos enseñaron que no debemos mentir, a veces a los pacientes con demencia o Alzheimer es necesario decirles pequeñas mentiras para no herir sus sentimientos. En especial cuando decir la verdad puede hacer que pierda las esperanzas de estar mejor o que perciba su situación como patética o indigna.
4- Trátalo de la forma más normal posible
Aunque su familiar puede necesitar alguna organización previa (por ejemplo, que el lugar no sea demasiado ruidoso) es perfectamente posible que pueda asistir a reuniones con amigos o familiares. Es la mejor manera de que su dignidad no se vea socavada por el rechazo de sus seres queridos.
5- Cuidado con la depresión
La pérdida de amor propio afecta la salud tanto o más que la demencia, incide en las relaciones personales y puede llevar a depresiones muy profundas o intentos de suicidio.
Por eso es necesario que los cuidadores tengan siempre presente que la dignidad de la persona debe protegerse, de modo que el adulto mayor pueda sobrellevar la difícil carga de la demencia con el menor sufrimiento posible. Al fin y al cabo, lo que todos queremos es que sus días sean felices.
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