viernes, 22 de octubre de 2021

CLAVES PARA DISTINGUIR ENTRE EL ENVEJECIMIENTO Y LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER

 

El envejecimiento implica una serie de cambios considerados normales. Sin embargo, no es raro confundir algunos de estos signos de envejecimiento (sobre todo el despiste) con los primeros síntomas del desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

Para que no haya espacio para la confusión, recopilamos algunos aspectos clave que permiten distinguir claramente los síntomas propios del Alzheimer de los cambios asociados al envejecimiento normal:

1. PÉRDIDA DE MEMORIA VS. OLVIDAR TEMPORALMENTE ALGO.

Olvidarse de vez en cuando de nombres de personas y acordarse más tarde no es motivo de alarma. Pueden existir múltiples causas relacionadas con los problemas de memoria inmediata, a menudo por fallos de atención o de concentración. Estos déficits pueden ser transitorios y deberse a la ansiedad, al estrés o al efecto de algunos fármacos. En el caso de las personas con Alzheimer, la pérdida de memoria o amnesia es uno de los síntomas más comunes. No es transitoria y suele empeorar con el tiempo.

2. DESORIENTACIÓN EN TIEMPO O LUGAR VS. NO ACORDARSE DE LA FECHA ACTUAL.

Se considera dentro de la normalidad, y no solo del envejecimiento, olvidarse puntualmente del día en que estamos. Bajo situaciones de estrés confundimos el día en que vivimos. En personas con Alzheimer, por el contrario, se produce una desorientación tanto temporal como espacial. Eso implica que se olvidan fechas (muchas), incluso el año en que viven o nacieron.

3. AFASIA VS. OLVIDAR LA PALABRA EXACTA.

A todos/as nos ha pasado que, en ocasiones, no nos acordamos de una palabra específica y la tenemos “en la punta de la lengua”. Generalmente, más tarde, o incluso al día siguiente, nos viene a la mente de repente el término. Nada alarmante…

En la enfermedad de Alzheimer, aparece la afasia, cuyos síntomas iniciales son dificultad para comunicarse y conversar. Eso afecta a la expresión de palabras (o no encuentran la palabra adecuada o se repiten mucho), y genera fallos en el orden de las palabras y la escritura.

4. ALTERACIONES DEL COMPORTAMIENTO VS. MALHUMOR.

¿Quién no ha tenido un mal día? El estrés diario, los problemas cotidianos y las preocupaciones pueden hacer que nos cambie temporalmente el humor, estemos irascibles o apáticos. A veces incluso nos enfadamos al vernos obligados a cambiar alguna de nuestras rutinas.

El Alzheimer va más allá. Puede provocar alteraciones psicológicas y del comportamiento, como ansiedad, depresión, agitación, agresividad, irritabilidad, cambios emocionales, delirios, alucinaciones, deambulación y hasta alteraciones del sueño y del apetito que no se pueden explicar por otros motivos.


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