Para cientos de miles de personas, Covid-19 no termina una vez que obtienen la primera prueba negativa y los síntomas iniciales desaparecen gradualmente.
Aunque es
muy temprano para cualquier afirmación, la comunidad científica reúne
evidencias para confirmar que la “niebla mental” es uno los efectos que podría
causar la Covid-19 en aquellas personas que –incluso– la cursaron en forma leve
y sin patologías previas. Se trata de un síntoma cognitivo que se ha reportado
a lo largo del mundo como secuela y que podría asociarse a la pérdida de
memoria, a problemas de concentración, mareos, dolor de cabeza, confusiones
frecuentes, y dificultad para comprender palabras
cotidianas. Cada vez hay más sobrevivientes de COVID-19 que afirman que eso
perjudica su capacidad para trabajar y vivir con normalidad.
El Sars CoV-2 no solo afecta a los pulmones sino
también a las neuronas. Aún no queda muy
claro cómo llega ni con qué frecuencia ataca al cerebro; pero según indican los
especialistas a cargo del estudio, la obnubilación podría perjudicar las rutinas personales y laborales.
No importa
si los pacientes experimentaron Covid-19 grave, si fueron intubados o si
cursaron la enfermedad con síntomas leves que mejoraron después de un par de
semanas en casa: la niebla mental aparece tras infecciones de toda índole y a
medida que avanza la pandemia, aparecen más casos similares.
Por ello,
desde AFA Alcrebite queremos lanzar un llamamiento a la responsabilidad social
para el cumplimiento de la normativa de prevención de la COVID-19, porque se
está demostrando que este virus no es una afectación pasajera sino que persiste
en el tiempo y con grandes secuelas como es la pérdida de memoria. Os invitamos
a seguir luchando contra esta pandemia con la prevención de los contagios y
manteniendo activa nuestra mente, como hacemos a través de nuestra Terapia No
Farmacológica.
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